Y diréis, ¿pero si no veríais
nada? Respuesta incorrecta.
Obviamente una gafa de agua clara
hace bastante, pero mucha gente llevaba boya con iluminación en su interior,
así como dos integrantes de la macheta que nos escoltaban desde la tabla con
frontales, todo ello unido a que el día caía al final del río hacia que la
orientación fuese buena, así como gran parte del recorrido en lo que existe
iluminación en la ciudad y sabes donde te encuentras.
La marcha fue perfecta, parando y
reagrupando cada 200 metros aproximadamente y preguntando a todo el mundo su
estado, lo que permitió el continuar y llegar hasta los pilones del puente
derruido, que en breve espacio de tiempo será remodelado y cambiará ese
entorno.
La vuelta con la corriente a
favor fue de máximo disfrute dejándonos llevar, parando cada menos tiempo, pero
siempre juntos y preocupándonos de todo lo que acontecía para que la marcha
saliese genial, y lo termináramos con felicitaciones y una ducha en las
instalaciones del Club Oca, el cual se agradece su disposición para hacer esta
marcha tan chula y relajada en mitad de la noche, con otras personas que les
gusta nadar y hacer este tipo de cosas que para muchas personas sería una
locura.
Animo para continuar con la tradición de natación nocturna!
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