Fin de semana con malas previsiones, pero decidimos ir a Sasamón a la primera edición de su Duatlón, así que montamos las bicis en el carro Illana, Sete y yo (Chao).
El día no pintaba muy bien, pero la acogida en el pueblo fue sensacional, todo el pueblo está volcado en la prueba y una bolsa de corredor digna de resaltar, el comentario típico, “Con esta bolsa ya me puedo ir a casa!”.
Preparamos la bici y empezamos a trotar para ir entrando en calor (y mojándonos), pero dan la salida y nos olvidamos de la lluvia, a correr! Un sector con subidas y bajadas bastante cómodo que va marcando las diferencias y llegamos a coger la bici, la primera impresión es frío porque además del agua, tenemos un viento fuerte, la velocidad media en los primeros kilómetros no pasa de 15 por hora.
Vamos llegando a la subida y el barro empieza a avisarnos, mucha gente se baja de la bici porque patina y no se puede subir, pero llegamos al paramo donde ya avanzamos, pero nos avisan de que la bajada está imposible y así fue, casi todo el grupo parado ayudándose unos a otros a desembozonar la ruedas porque es imposible andar, y pensar que queda otra vuelta….. Además unas nubes negras nos auguran otro poco de agua. Al acabar la primera vuelta y llegar a la plaza nos informan de que se suspende la prueba, como era lógico!
Salvo una docena que completaron dar las dos vueltas y nos les dejaron correr, el resto terminamos con una vuelta y una bici que pesaba 10 kilos más y de un nuevo color calizo, así que a limpiar.
Una buena organización para ser una primera edición y mucha entrega del pueblo, pero contra el tiempo no se puede luchar, esperamos volver a intentarlo el año que viene.
